¿Se necesita ser de una manera especial para emprender o cualquier persona puede crear su propio negocio? Si bien es cierto que para llevar a cabo una iniciativa de este tipo hay que contar con un capital inicial, el emprendedor debe reunir una serie de características, más allá de su propia personalidad y al margen de lo que esta pueda influir a la hora de conseguir sus objetivos.
Emprender no es algo sencillo y, aunque se disponga de todo lo necesario para poner en marcha un proyecto, el proceso es largo. En el camino pueden surgir imprevistos y, a su vez, aparecer tanto trabas como oportunidades que tal vez el emprendedor no se haya planteado a priori y que pueden provocar un giro inesperado a su planteamiento inicial. Para esto también hay que estar preparado.
¿Qué cualidades definen a los emprendedores? Veamos algunas que suelen predominar.
Pasional
Un emprendedor ha de escoger una idea de negocio que le apasione, que siempre le haya atraído, en la que se sienta cómodo. De hecho, hasta puede estar vinculada con un hobby. El controlar aquello sobre lo que se va a emprender proporciona seguridad a la par que puede impedir que se cometa un mayor número de errores al estar moviéndose en un terreno que se conoce.
Es necesario, por tanto, creer en lo que uno emprende, de lo contrario la pasión con la que se ejecute no será plena y esto puede repercutir negativamente en su desarrollo y posterior éxito.
“En mi caso, lo tenía muy claro: el proyecto que yo emprendiese tenía que estar totalmente vinculado a mi propósito vital porque, de otra manera, no iba a funcionar”, afirma la emprendedora Paula Vera.
Paula es la CEO de Escape the City, que combina turismo, aprender con historias y potenciar soft skills, con sus motivaciones como persona: viajar, la educación y el impacto social. La emprendedora considera “que no podría estar más alineado. Eso sin duda hace que cada mañana me levante sin preguntarme por qué o para qué trabajo en mi empresa, ya que la pasión y la visión vienen innatas si ese propósito es compartido. Estas me hacen liderar con criterio, con seguridad y, sobre todo, con pasión. Y es tan fundamental como que, cuantas más personas del equipo lo compartan, aún mejor”.
Visionario
Alguien que pone en marcha una nueva empresa o servicio debe intentar ofrecer algo original o, por lo menos, que le distinga del resto. En una sociedad, en la que existen miles de opciones para los consumidores o clientes, sobresalir en algún aspecto constituye un valor añadido. Para ello, es crucial tener la mente abierta, estar al tanto de las novedades y últimas tendencias, e ir por delante. En definitiva, ser un visionario.
A la hora de emprender, prever posibles alternativas, que puedan encajar con el público objetivo, constituye una ventaja. Eso sí, siempre tras realizar el debido análisis y estudio.
Para Álvaro Fontaneda, CEO y fundador de Starpay Iberia, emprender es sinónimo de solucionar un problema actual y futuro.
“Es fundamental tener una visión clara de hacia dónde se mueve el mundo y aportar una solución que sea innovadora hoy, y que, a su vez, tenga margen de crecimiento y desarrollo a medio plazo.
Por lo general, los emprendedores somos personas inquietas, sin miedo a lo desconocido y ávidos de nuevas experiencias, por ello es fundamental que el proyecto exija seguir aprendiendo para evitar “aburrirse” una vez ha empezado a rodar, y tener clara la visión y las metas a largo plazo, siendo al mismo tiempo capaces de pivotar para adaptarnos al mercado si fuera necesario.
Esta adaptación para empresas fintech es fundamental. Por eso, en Starpay estamos en búsqueda continua de soluciones, que ayuden a los comercios a aumentar las ventas a sus clientes actuales y les permitan atraer otros nuevos gracias a los medios de pago.
La tecnología avanza tan rápido que debemos tener una solución preparada antes de que surjan nuevos entornos y canales”.
Resiliente y perseverante
Como hemos comentado al principio de este artículo, emprender no es un camino sencillo. A lo largo del mismo surgirán imprevistos y dificultades que pueden desanimar, pues tal vez provoquen que el avance del negocio se ralentice y no se cumplan los plazos que se habían fijado. Es por este motivo que un emprendedor debe ser resiliente y tratar de adaptarse a los cambios e imprevistos que surjan. Al mismo tiempo, ha de intentar no venirse abajo y perseverar pese a los posibles inconvenientes que seguramente se den a lo largo del proceso.
Ingeniero informático y experto en el negocio asegurador, Antonio Justicia considera que emprender es un reto y una responsabilidad.
“Lo primero es salir de tu zona de confort y empezar una aventura que requiere de sacrificio personal y profesional. En mi caso, pasé de estar colaborando con una multinacional del sector seguros, donde tenía un puesto importante y un sueldo muy atractivo, a tener que buscarme la vida.
La palabra incertidumbre está muy presente. Hay que tener una visión cross y conocer el mercado al que te vas a enfocar, así como una mente abierta, junto con un equipo de colaboradores para poder delegar. El camino está lleno de obstáculos, que vas a ir superando. Muchos días piensas que lo mejor es dejarlo todo y volver a tu vida anterior, pero te buscas la vida para continuar con más energía”.
Antonio destaca “la necesidad de centrarse en objetivos a medio y largo plazo, ya que crear algo y dar un pelotazo inmediato ocurre pocas veces, por eso hay que seguir una idea, teniendo en cuenta que vas a tener que pivotar muchas veces para adaptarte a los clientes.
Aprendizaje continuo, en mi caso lo último que he hecho es cursar un máster en datos, de forma que puedo aplicar lo aprendido con mis clientes.
Por lo tanto, tienes que asumir riesgos, tener habilidades comunicativas y motivar a tu equipo que, junto con tu idea, son los pilares fundamentales para conseguir tus objetivos”.
Proactivo
Quien decide emprender ha de tener presente que cualquier cosa que se hace por primera vez en la vida requiere de dedicación y esfuerzo. Así, tendrá que ser consciente de que va a dedicar muchas horas de su tiempo a su iniciativa. Una de las cualidades de un emprendedor es su enorme capacidad de trabajo, pero también ser consciente de que se verá abocado a realizar todo tipo de tareas y actividades hasta que el negocio se consolide. Lo más probable es que al principio sus jornadas laborales superen las ocho horas diarias.
«El ingrediente más importante en un emprendedor es levantarse y hacer algo. Así de simple”, subraya José Manuel Maceiras, empresario experto en innovación y transformación digital.
“Muchas personas tienen ideas, pero solo algunas deciden hacer algo hoy. No mañana. No la siguiente semana. Sino hoy. El verdadero emprendedor actúa en lugar de soñar.
Pero también debes tener en cuenta que los medios quieren éxitos de la noche a la mañana. Ignóralos. Ignora también a los inversionistas que quieren tácticas probadas y resultados instantáneos y previsibles. Escucha en cambio a tus clientes, a tu propia visión y haz algo que dure mucho tiempo”.
Perfeccionista
Una de las características que se encuentra en los genes de los emprendedores es su afán porque todo salga perfecto. El perfeccionismo en este caso es un plus, pues el público cada vez tiende a ser más exigente, por lo que valora positivamente aquellos servicios o productos que cumplen con las expectativas que han depositado en ellos.
Al final, esta exigencia se traduce en unos resultados óptimos lo que redundará de forma favorable en la empresa que hayamos comenzado.
Capacidad de aprendizaje
El emprendedor tiene que estar continuamente aprendiendo y amoldándose a las novedades. Esta capacidad está relacionada con esa actitud de mente abierta ya mencionada. Cuando se comienza a realizar una tarea por primera vez, muchas veces se van descubriendo aspectos desconocidos y es algo que un buen emprendedor asume sin ningún tipo de complejo.
Una de las virtudes más complicadas es la de aprender de los errores y la de pivotar. Es un ejercicio de humildad enorme que, según Santiago Rodríguez-Losada, tienen que hacer el 100% de los emprendedores. Santiago considera que “todos nos equivocamos. Lo más importante es equivocarse pronto y equivocarse barato”.
Su gran experiencia lanzando proyectos al mercado desde hace más de 15 años (premio nacional mejor empresario autónomo 2019) hace que pueda opinar de muchos sectores, pues ha liderado desde proyectos en consultoras, retail, ecommerce (Truekit.com)y recientemente eSports, gaming y metaverso.
Relaciones públicas
Es importante que ,al comenzar un negocio, establezcamos contactos relacionados con el mismo y que nos permitan crecer y expandirnos. En este sentido, el hecho de que se den bien las relaciones públicas es un punto a favor. Resulta fundamental captar clientes y saber cómo llegar a ellos. Si esta tarea resulta tediosa o se carece de esta cualidad, siempre se puede intentar compartir con un socio al que se le dé mejor.
Anil Partap Harjani conoce bien la importancia de las relaciones sociales en el proceso de emprendimiento. Fundador y CEO de Valsons, compañía dedicada a la importación y exportación, cuenta con una larga trayectoria empresarial. Para Anil, “es necesario tener a la mente abierta, viajar mucho y estar en contacto con diferentes culturas”, ya que esto te permitirá “ser consciente de nuevas oportunidades de negocio”. Además, el empresario destaca la necesidad de “creer en uno mismo y conocer un mercado concreto para saber en cada momento “cuáles son las necesidades de los clientes potenciales”.
“Siempre van a existir crisis, pero siempre habrá oportunidades. Un emprendedor descubre esas oportunidades y las aprovecha, abre mercados donde no existían”. Para ello, necesita disponer de “numerosos contactos que le permitan obtener ideas y conocer a futuros clientes y proveedores”.
Resolutivo y optimista
Si aparece un imprevisto, hay que saber reaccionar a tiempo. Esto es lo que hace un emprendedor, ya que no es conveniente que se quede paralizado y que, ante una dificultad, no reaccione. Estas personas saben que han de buscar soluciones de forma rápida para que todo fluya según lo previsto. En general, los emprendedores suelen tener una visión positiva de la vida, pues es una de las mejores formas de apartar las piedras del camino.
Control emocional
El autocontrol emocional ante los picos de trabajo y la acumulación de dificultades resultan clave en el emprendimiento. De esta forma, el estrés se sobrelleva mejor y contribuye a que continuemos adelante de una manera más relajada y estable con esa idea emprendedora a la que estamos dedicando tanto tiempo.