Prevención de riesgos laborales: los principales desafíos

La situación pandémica generada por el coronavirus ha provocado transformaciones y replanteamientos en muchos sectores. Uno de ellos es el relativo a la prevención de riesgos laborales. De hecho, según el último Safety Management Trend Report (2021) de Quentic, empresa especializada en seguridad laboral y protección del medio ambiente, el aislamiento y las nuevas formas de trabajo que han propiciado la pandemia ha puesto en el punto de mira un aspecto no muy considerado hasta el momento por las compañías en el ámbito de la Seguridad y la Salud en el trabajo (SST): la salud mental de los trabajadores.

Este es solo uno de los retos, pero hay más. ¿Cuáles son los desafíos en la prevención de riesgos laborales a los que se enfrentan las empresas en los próximos años? Esto es lo que nos cuentan los expertos.

Riesgos psicosociales

El hecho de trabajar desde casa o teletrabajar ha supuesto una nueva forma de relacionarse en el trabajo a la que muchos de ellos no estaban acostumbrados. En determinadas personas se ha generado una sensación de aislamiento social y soledad. De igual modo, en algunos casos no se han establecido de forma adecuada los límites entre la vida personal y laboral, lo que también ha generado alteraciones psicológicas.

Otro aspecto derivado de la pandemia y que ha afectado a gran parte de la población y, por ende, a la laboral, es el exceso de información. La saturación informativa y, a su vez, el ansia por saber cómo va evolucionando la situación, ha dado lugar a un crecimiento de la ansiedad con un continuo estado de tensión provocado por la incertidumbre.

Todo esto ha dado lugar a que los riesgos psicosociales adquieran una relevancia mayor en la prevención de riesgos laborales. De tal manera, que la salud mental y el bienestar psicológico ya están reclamando una mayor atención, convirtiéndose en uno de los retos del futuro.

“La pandemia ha hecho girar los focos hacia uno de los aspectos sobre los que más se ha procrastinado dentro de la gestión preventiva, pero también nos ha permitido dar visibilidad a la importancia que supone para las empresas la gestión de estos factores. Las organizaciones están compuestas por personas y estas no se pueden aislar del contexto que rodea al desarrollo de su actividad”, afirma Juan Carlos Tena, consultor especializado en ergonomía y psicosociología en PrevenControl.

Tenemos datos claros, “el 26% trabajadores refleja problemas de salud mental según informe Mental Health Report, presentado por QBE Insurance Group y elaborado por Opinium, en el que además se reflejaba que el 17% de los trabajadores españoles reconoce que ha cometido errores en su trabajo relacionados con el estado de su salud mental.

Si esto lo asociamos a las estadísticas del incremento de los accidentes de trabajo y, en concreto, de la mortalidad por actividad laboral en el año 2020, debemos empezar a hablar también de seguridad psicosocial”, señala Juan Carlos, que considera que “debemos aprovechar la inercia provocada por la publicación en abril del CT 104/2021, sobre actuaciones de la inspección de trabajo y seguridad social en riesgos psicosociales, y la reciente ISO 45003, Gestión de los riesgos psicosociales en el trabajo para dar un paso adelante.

Las compañías deben enfocar sus esfuerzos hacia el desempeño psicosocial ya que es el catalizador del compromiso de toda la organización con la sociedad, con sus propios valores y, lo más importante, con la salud de todos los trabajadores”.

Normativa PRL adaptada a la realidad

El experto en prevención en riesgos laborales Ignacio López pone de manifiesto que “a pesar del tiempo transcurrido desde la publicación de la ley PRL 1995 y del último acontecimiento de la pandemia, se demuestra que tenemos una normativa muy teórica, poco práctica y nada realista. Teniendo en cuenta la educación y mentalidad en materia PRL con la que cuenta el ciudadano y los trabajadores, se debería recurrir a los técnicos prevencionistas durante la pandemia como parte del equipo teórico de expertos.

Pata Ignacio, “es necesario adaptar la Ley de prevención de riesgos laborales a la situación actual de las empresas en España y garantizar su cumplimiento con medios adecuados: inspectores y técnicos INSST, formación práctica y la documentación adecuados”.

Natalia Fernández López, técnico de calidad, prevención de riesgos laborales y medio ambiente, considera que “a pesar de contar con una ley que regula la prevención de riesgos laborales y un Real Decreto que la desarrolla, desde hace aproximadamente 25 años “el proceso de prevención de riesgos laborales no está implantado en las empresas, más concretamente en las pymes, que constituyen la mayor parte de nuestra estructura empresarial” y considera que “es necesaria una correcta planificación de la prevención en el proceso de producción y la creación de una figura interna en la empresa. Somos conscientes de que a pesar de que esta figura está legalmente recogida y de recibir la formación indicada, no realiza el papel de prevención de riesgos laborales que requiere este proceso.”

Nuevas tecnologías y habilidades

Drones, actividades remotas, analítica predictiva de datos, inteligencia artificial (AI), realidad aumentada (RA) o realidad virtual (RV) conviven con nosotros mitigando riesgos y simplificando procesos y tareas. Y reduciendo costes. Sus aplicaciones tienen nuestra imaginación como límite.

Algunas aplicaciones de estas tecnologías son: la inteligencia artificial como aliada en la prevención de accidentes; los drones o lo robots para labores en las que sea necesario recurrir a ciertas alturas; o la automatización de los datos que permite la monitorización del trabajo y la agilización de los procesos.

Hugo Tovar, HSE Manager, considera que “al focalizar estas tecnologías en la seguridad, salud y el bienestar, nos encontramos algunas barreras que son franqueables, como la tendencia a sobre regular nuevas actividades o la falta de habilidades en los profesionales que deben implementarlas”. Y explica que “si bien es cierto que toda nueva tecnología requiere de una evaluación de riesgos, esta debe ser realista y pragmática. Sin sobre regulación ni sobre protección.

Respecto de la falta de habilidades, los profesionales deben adquirirlas junto a una serie de conocimientos: analítica de datos, data science, business intelligence, creación y manejo de algoritmos. Debemos evolucionar: de conocedores de la legislación a interpretadores de datos y tendencias.

Los términos upskilling y reskilling, tan presentes en los niveles de dirección y en los departamentos de recursos humanos aplican hoy al talento de la seguridad y la salud.

Esto nos lleva a tener que reevaluar nuestras capacidades y nuestro rol de seguridad y salud en nuestras organizaciones: como profesionales ¿tenemos las habilidades que debemos tener?”.

Sostenibilidad

Otro de los desafíos de cara al futuro más inmediato de los riesgos laborales es la integración de la eficiencia de la gestión y su excelencia, incluyéndola también en el marco de la sostenibilidad. La idea, por tanto, es crear un enfoque multidisciplinar, donde se proteja al trabajador en un entorno seguro, digital, global y además respetuoso con el medio ambiente.

Los retos y las oportunidades de la seguridad y la salud en relación con la sostenibilidad se multiplican en el momento en que la variable «persona» se introduce en relación con la gestión de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). «Si todo sistema de gestión de seguridad y salud debe situar al empleado en el centro de su gestión, cuando hablamos de sostenibilidad tenemos tres claros ejes sobre los

que trabajar: ODS 3 Salud y Bienestar, ODS 8 Trabajo Decente y Crecimiento Económico y ODS 16 Paz Justicia e Instituciones Sólidas», detalla Hugo Tovar.

Liderazgo y cultura preventiva

La necesidad de potenciar la cultura de prevención en los riegos laborales se torna fundamental. En países como España aún queda camino por recorrer, pero esta nueva situación, que ha puesto a prueba a la sociedad en todo el mundo, ha impulsado su replanteamiento. En materia de SSL se ha visto lo importante que es mantener unas condiciones de seguridad en el entorno de trabajo, pero también el papel que juegan los técnicos o expertos en riesgos laborales de la compañía.

El liderazgo de estos especialistas necesita del apoyo de la dirección de la empresa para poder cumplir con los requisitos y conseguir los objetivos adecuados en la prevención de accidentes y de riesgos psicosociales de los trabajadores. “El trabajo se realiza por personas, por lo que debemos dar más valor al ámbito de trabajo evitando riesgos psicosociales que han tenido un alto pico de detección en los últimos años”, afirma Natalia Fernández López.

“Tener un sistema que sustenta nuestra empresa y realizar planificaciones a corto y largo plazo, sin englobar todos los ámbitos, no es de recibo. Hoy en día, en muchas empresas cada área define su propio sistema de gestión. Esto es un sinsentido. Aceptar que el objetivo de la empresa es producir con la mejor calidad posible, al menor coste, es lo coherente. A partir de esta clara misión, hemos de sumar en equipo, enfocarnos en los procesos juntos. Para esto es necesario que la dirección aúne todas las disciplinas de trabajo en el sistema y así poder conseguir objetivos de forma sostenible, con el menor número de desperdicios y con la total seguridad de que los trabajadores regresen cada día sanos y salvos a sus hogares”, afirma María José Julián, codirectora en Nothwest Inspections, ambientóloga y técnico de PRL y calidad.

Medicina del trabajo

La medicina del trabajo es una especialidad que cada vez va a adquirir más relevancia. Esta es otra de las enseñanzas que ha dejado la pandemia en materia de SST a las empresas. En ocasiones, por las circunstancias excepcionales que hemos vivido, las decisiones relativas a cuestiones de salud han recaído sobre la responsabilidad de los directivos. Por ello, se ha hecho evidente la necesidad de contar con profesionales de la salud, con médicos especializados en la salud laboral, en tiempo real.

«Es precisamente la medicina del trabajo la disciplina de la seguridad y la salud que mayor riesgo corre de no contar con profesionales en el medio plazo. La falta de vocación y el mayor atractivo de otras ramas médicas están provocando un déficit que, sin una adecuada planificación, generará una escasez de profesionales adecuadamente formados.

No debemos olvidar que, en buena medida, los datos con los que los profesionales de seguridad y salud contamos, provienen del área médica. Es aquí donde debemos buscar material de trabajo que ayude a diseñar y enriquecer los programas de prevención de riesgos, que nuestros departamentos ponen en marcha», declara Hugo Tovar.

Formación

En el caso de la formación se ha tenido que producir una actualización, de manera que los planes de prevenciónse han visto en la necesidad de incluir las medidas relacionadas con la situación pandémica. Esto ha puesto de manifiesto a su vez, lo importante que es la información y la formación entre el personal para poder establecer de forma correcta las medidas organizativas y preventivas.

La formación de los técnicos en prevención de riesgos laborales queda pendiente, por tanto, de una transformación que estará condicionada por el desarrollo de los acontecimientos.

Para Inma Collantes, asesora internacional y auditora de Prevención de Riesgos Laborales, “no podemos culpar a la pandemia de la situación actual en la que se encuentran las empresas en materia de prevención de riesgos laborales” y señala la existencia de empresas en las que “los trabajadores no han recibido jamás formación en materia seguridad y salud laboral.”

“Los técnicos que impartimos formación a diferentes empresas y sectores lo vemos diariamente. Empresas que no han dado formación nunca que ahora la imparten porque van a ser subcontrata de una obra y les exigen la formación específica del sector (especialmente sector construcción y metal).

Los técnicos de prevención tenemos un gran reto. Debemos ser capaces de liderar la prevención, de que el trabajador sepa que se puede cumplir, que no es imposible. No nos tiene que importar el sector o lugar. El trabajador es muy agradecido, todo el tiempo que invirtamos en su formación nos lo va a devolver con seguridad, cumpliendo procedimientos y rutinas de trabajo.”

Inma propone impartir “una formación a la carta, poniendo el foco en el verdadero compromiso que es el trabajador”.

Para Damián Cuadrado, técnico PRL y formador, “debemos evitar formar por formar, pues eso es deformar” y añade que “la formación debe surgir de las verdaderas necesidades del trabajador y no solo de obligaciones legales o de convenios laborales, a veces, desfasados y alejados del día a día del trabajador.

Por otro lado, los formadores deben saber empatizar con sus alumnos, favoreciendo una formación lo más práctica posible, que además debe poder aplicarse en la empresa, por lo cual los mandos y directivos deben estar al tanto del plan formativo y ser partícipes. No solo al elaborar el plan de formación, sino detectar las carencias de la empresa y de ellos mismos en la cultura de la seguridad”.