El futuro inmediato de la logística
El sector logístico está experimentando una importante transformación acelerada por la crisis surgida en 2020 a consecuencia de la Covid-19.
La situación pandémica ha contribuido a que muchos ámbitos empresariales e industriales se amolden y crezcan digitalmente, y el logístico es uno de ellos. Si bien este aspecto se ha mostrado fundamental, hay otra serie de elementos que en su conjunto constituyen las principales claves de la logística del futuro o lo que ya se define como logística 4.0. Estas son algunas de ellas.
¿Qué tendencias de logística se están vislumbrando en 2021 y cuáles se irán asentando en los años venideros?
Inteligencia Artificial (IA)
Este es el primer paso de la logística 4.0, que tiene como finalidad la utilización de las tecnologías emergentes de última generación para conseguir óptimos resultados. Su objetivo, por tanto, es usar una serie de recursos tecnológicos perfectamente coordinados y que utilizados de forma coherente consigan el mayor rendimiento en el campo de la distribución.
Así, se trata de recurrir a los algoritmos inteligentes, de mantener la conectividad entre sensores y dispositivos, del alojamiento en la nube, y del manejo y gestión de datos en tiempo real, entre otra serie de elementos característicos de esta tendencia.
La inteligencia artificial o el machine learning (aprendizaje automático) aplicados al sector logístico permiten, por ejemplo, realizar análisis predictivos de consumo, suministros, costes, etc.
También sirven para planificar operaciones relacionadas con los inventarios o rutas de entrega sin márgenes de error. De igual modo, la IA se emplea para efectuar inspecciones automatizadas en las cadenas de suministros o, incluso, gestionar posibles riesgos relacionados con los vehículos, la maquinaria…
Big data
La logística necesita recopilar, procesar, gestionar y analizar una gran cantidad de datos. Es por ello, que el big data forma parte inalienable de su infraestructura. Con sistemas que tengan en cuenta toda esta información se pueden desempeñar análisis más definidos y precisos.
De esta forma se pueden establecer mejoras en aquellos puntos donde se detecten anomalías, así como decisiones estratégicas para aumentar la productividad. Los softwares específicos que se están desarrollando tienen en cuenta todos estos valores y se definen de forma personalizada en función de las necesidades de la empresa.
Internet de las cosas (IoT)
En logística, el Internet de las cosas (IoT) se interrelaciona con lo mencionado en los dos apartados anteriores. Esto facilita que el intercambio de datos se produzca de una forma más rápida e interconectada. De hecho, la hiperconexión es una de las características de la logística 4.0.
Esto, en su conjunto, hace que todos los procesos del suministro de mercancías se puedan monitorizar con información en tiempo real, efectuar diagnósticos precisos relativos a la productividad o detectar posibles fallos en la maquinaria en momento en el que se producen.
Francisco Javier Escobar, consultor especializado en la gestión de la cadena de suministro, considera que “la digitalización de la información ha sido una de las claves en la revolución industrial de los últimos tiempos y los avances tecnológicos más recientes permitirán extender la digitalización a lo físico.
Productos, mercancías, máquinas, herramienta, fábricas, almacenes y vehículos estarán interconectados entre sí y trabajarán de forma autónoma, creando redes donde la división entre la información y lo físico se disipará, con el gigantesco potencial que esto representa. Esto constituirá la Cuarta Revolución Industrial. Todos estos elementos constituyen lo que también se ha dado en llamar el Internet de las Cosas (Internet of Things, IoT como acrónimo) en EE.UU. Su aplicación al mundo industrial se denomina Industria 4.0. en Europa, concepto que comenzó a oírse en el año 2011 en Alemania durante la Hannover Messe”.
Maquinaria automatizada
La robótica o maquinaria automatizada es una tendencia dentro del sector logístico que parece irse asentando cada vez más. La automatización en el modo de almacenamiento, en la colocación del material, en su entrega y en la recogida en el sitio (picking), constituyen una realidad en este ámbito.
Se busca agilizar la cadena de distribución por medio de las máquinas, pero sin prescindir del personal humano, ya que este se torna fundamental para manejarlas.
Dentro de los almacenes se pueden ver ya en algunas compañías vehículos de guiado automático (AGV), que manipulan y trasladan mercancías, siempre bajo supervisión. Y para las entregas se está perfeccionando el uso de drones, aunque también se les puede destinar a otros tipos de tareas como la vigilancia de los almacenes.
Alfonso Grande, directivo experto en ingeniería logística, señala que “en los próximos años la logística va a experimentar cambios radicales gracias al desarrollo de nuevas tecnologías de automatización flexible aplicadas a procesos, tanto internos como externos a los almacenes.
En el interior de los almacenes, las rígidas instalaciones de almacenamiento automatizado y transportadores fijos, basadas en el aprovechamiento de economías de escala, van perdiendo protagonismo frente a soluciones que aportan más flexibilidad para adaptarse a mercados cambiantes, como los AGV, las carretillas elevadoras autónomas, los almacenes compactos modulares y los robots colaborativos para procesos productivos o tareas auxiliares (picking, packing, carga o descarga, inventarios, limpieza, etc.).
En el exterior de los almacenes, los vehículos autónomos de diversos tipos están llamados a revolucionar en el medio plazo procesos logísticos críticos como los movimientos de contenedores en terminales, el transporte de larga distancia y el reparto de última milla.”
Logística sostenible
La preocupación por el medio ambiente es algo que los usuarios tienen muy en cuenta. Esta tendencia se encuentra muy asentada en muchos consumidores a la hora de decantarse por una empresa u otra.
El sector logístico tampoco se queda al margen de esta singularidad. En concreto, la automatización está contribuyendo a constituir una logística más sostenible, pues implica una mayor eficiencia energética y, por consiguiente, un menor consumo.
“La sostenibilidad depende de todos, la logística sostenible explora formas de conseguir un mejor equilibrio entre el crecimiento económico y el impacto ecológico de las actividades logísticas”, afirma José Luis Galiana, presidente de RALOG – Red de Ayuda Logística.
“La sostenibilidad en logística es un ejercicio de equilibrio entre las responsabilidades financieras y las medioambientales, sociales y de buena gobernanza en todas las organizaciones. Por ejemplo, las practicas eficientes no solo nos ayudan a ahorrar costes, sino que generan menos emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), reducen el desperdicio, optimizan los riesgos de las operaciones y atraen a un nuevo cliente más comprometido con el medio ambiente.
Las mejores propuestas en sostenibilidad se suelen dar en logística y transporte; desde la optimización de las rutas para reducir el kilometraje en vacío hasta el mantenimiento adecuado de las flotas de entrega para alargar la vida de los vehículos y emitir menos GEI”, concluye José Luis.
La aplicación de las nuevas tecnologías
Para Rafael Lara Poveda, formador y asesor técnico en logística, “El COVID-19 y las restricciones a la movilidad han acelerado un proceso de evolución de la actividad logística que venía gestándose tiempo atrás. Este avance ha venido de la mano de la implementación de nuevas tecnologías y ha supuesto una serie de cambios en la cadena de suministro influidos también por el incremento de las compras online.
El consumidor ha visto limitada su capacidad de ir a buscar el producto. El producto debe llegar a él y, sin menospreciar las ventajas de la presencialidad, una gran parte de la sociedad ha descubierto las ventajas de la compra online.
Físicamente, la compra online supone un menor coste para el consumidor, pero un mayor coste de la cadena de suministro. Sin embargo, globalmente supone un ahorro de costos y energía, una oportunidad para la logística de mejorar su eficiencia con la aplicación de las nuevas tecnologías: tecnologías de la información y concentración del producto a través de plataformas. Esto ha permitido implementar mejoras como la mejor automatización de los centros logísticos, simplificación de la cadena de distribución y disminución del tiempo de respuesta”.
Logística inmediata
Durante la pandemia, las entregas se tornaron más ágiles por la disminución del tráfico en las carreteras. Sin embargo, conforme ha ido mejorando la situación, se han vuelto a los volúmenes habituales.
“En un mundo donde los plazos son cada vez más cortos, la inmediatez es una necesidad y la conectividad una realidad, apunta Guillermo González, director de logística del Grupo Lledo.
La logística ha tenido que adaptarse para dar respuesta a una demanda del ‘lo quiero ya’ y a la necesidad de seguir online el movimiento físico del articulo ansiado.
El reto ha sido doble: dar respuesta a ese movimiento físico y ofrecer visibilidad del mismo. Se ha desarrollado una estrecha colaboración entre las plataformas de venta online y sus partners logísticos para que ambos sistemas tengan un enlace, que permita dar respuesta a esa demanda de información constante.
Pero no solo se trata de datos, sino también de soluciones físicas, que permitan cumplir plazos y con ventanas de entrega cada vez más estrechas a través de una red de vehículos para la última milla. Esto plantea un reto en término de costes vs respuestas personalizadas, al que se añade una competencia feroz entre operadores.
A futuro, esta tendencia irá a más, con entregas en plazos menores a 24 horas y un seguimiento virtual vía GPS del propio vehículo, que supondrá ampliar estos nuevos retos con mayor exigencia y transparencia”, concluye Guillermo.
La última milla y almacenaje
La última milla en el sector logístico hace referencia al último paso del proceso de entrega. Para agilizar esta última fase de entrega, existen distintas opciones de almacenamiento.
Una de ellas consiste en tener almacenes en lugares cercanos a los núcleos urbanos. Es un auténtico reto por los costes que pueden conllevar y porque se suelen necesitar edificios grandes. Sin embargo, hay una tendencia llamada micro-fulfillment, que se presenta como una alternativa intermedia y que puede ser una oportunidad para algunos negocios. Se utilizan minihubs o naves más pequeñas próximas a grandes ciudades. Estos están habilitados para poder gestionar un alto volumen de pedidos y su objetivo de acelerar las entregas en urbes.
Talento con formación especializada
“La nuevas tecnológicas (IA, IoT, digitalización de procesos, automatización, impresión 3D, blockchain…), así como la logística sostenible, última milla o almacenes de proximidad son, no ya el futuro, sino el presente que, bien es cierto, hay que ahondar.
Algunas áreas evolucionarán más rápido que otras, por lo que es necesario comprender las tendencias y su impacto en la logística para su mejor evolución.
La formación especializada y la búsqueda de talento es vital para el correcto entendimiento de estas tendencias y su aplicación. En concreto, lo haría por dos vías: la de talento joven y la del talento sénior creando una simbiosis en la que todas las partes aportan lo necesario para evolucionar el sector”, destaca Javier Parilla, experto en logística y cadena de suministro.
Hacia la redefinión estratégica de la cadena de suministro
Para Angélico Hernández Ruiz, formador y consultor en dirección de operaciones, profesor en Initiative Escuela de Negocios y ex director del Máster en Suply Chain Management y Logística Internacional en Cesma, “las soluciones tecnológicas ofrecen, sin lugar a duda, una mayor eficiencia en las cadenas de suministro en cuanto a operatividad, predicciones y sostenibilidad”, pero destaca que “aunque son fundamentales para superar las limitaciones de información, facilitar las transacciones y agilizar la toma de decisiones, deben adoptarse nuevas reglas en las relaciones con los actores de la cadena y la propia compañía”.
Angélico enfatiza sobre la necesidad de que estas compañías estén dispuestas asumir una gestión del cambio necesaria junto al cambio de nuevas reglas.
“Estas mejoras operativas no deberían impedir abundar en el eje central del problema: la redefinición en de las cadenas de suministro desde un punto de vista estratégico. Se han puesto en evidencia: los tiempos de respuesta no adecuados en productos estratégicos; las restricciones al transporte por parte de algunos gobiernos; la transformación de productos no críticos en críticos al incrementarse la complejidad del mercado; la adaptación “forzada” de las personas al nuevo escenario tecnológico o el elevado grado de vulnerabilidad de la cadena de suministro frente a determinadas incidencias (caso del buque Ever Given en el Canal de Suez).
De los apartados anteriores surgen las claves para el futuro. Comencemos por el replanteamiento estratégico de las cadenas de suministro a largo plazo apostando, en función de la estrategia competitiva de cada compañía, por la eficiencia o la capacidad de respuesta.
Estructura d ella cadena de suministro.
Fuente: Chopra & Meindl 2010
Una vez tomada la decisión, deberán desarrollarse los drivers logísticos en los que la tecnología será una aliada importante. Y todo ello, sin olvidar invertir en la adaptación de las personas y organizaciones para los nuevos escenarios. Nuevas reglas para nuevas realidades.”
