Joan Clotet Sulé es autor de Humanismo digital, publicado por Libros de Cabecera. Esa obra invita a reflexionar sobre del papel que las personas debemos desempeñar para convivir con la inteligencia artificial. Es un texto positivo, lejos de mensajes apocalípticos, mediante el cual el autor aspira a aumentar la conciencia del mayor número de personas y ayuda a evolucionar a todas aquellas que están dispuestas a seguir aportando valor al mundo laboral.
- ¿Qué es Humanismo digital?
El mundo del trabajo está en revolución. La transformación digital, una pandemia, los cambios de valores y hábitos en las nuevas generaciones y más recientemente la eclosión de la inteligencia artificial generativa abren muchas preguntas sobre cuál será el rol de las personas en el futuro del trabajo.
Humanismo digital pone en valor al ser humano y sus capacidades difícilmente digitalizables. Se trata de una invitación al liderazgo personal y colectivo fundamentada en mi experiencia profesional de casi 40 años en el ámbito de la tecnología, la transformación y las personas.
Desde una visión positiva y empoderadora pongo foco en las oportunidades y la responsabilidad, argumentando que el futuro lo hacemos entre todos. Parte del cambio necesario que nace en cada uno de nosotros, en nuestra mirada, capacidad y voluntad de tomar decisiones, cambiar e influir en otros.
La obra es una invitación a reflexionar sobre nuestro rol para empoderar a personas y organizaciones a acompañar al mayor número posible de personas a transitar hacia el futuro del trabajo.
- Estamos al principio de la convivencia de los humanos con la inteligencia artificial (IA), ¿crees que las máquinas nos van a dominar a medio plazo?
Hace muchos años que delegamos en la tecnología para mejorar y ser más capaces. Empezamos por tareas de poco valor, pero a medida que ganamos capacidad computacional la tecnología ha tomado y tomará un papel más relevante en nuestras vidas.
Al igual que hacemos con las personas, delegamos tareas, pero no la responsabilidad. Creo que con la tecnología debemos hacer lo mismo. Aumentar nuestra capacidad de resolver problemas, pero nunca delegar la responsabilidad ni perder el control.
La tecnología digital por muy capaz que la hagamos no es más que un conjunto de herramientas para mejorar y resolver problemas. La diseñamos y operamos para que esté al servicio de las personas y nunca al revés. Para equilibrar esa convivencia entre humanos e IA la reflexión y las decisiones a tiempo sobre ética y valores es imprescindible y genuinamente humana. Mantener el control está también en manos de todos nosotros con nuestro espíritu crítico y nuestros comportamientos como usuarios.
- Dices que «cuanto más digital sea el mundo, más humano tenemos que hacerlo», ¿qué quieres decir exactamente con eso?
El mundo cambia deprisa y la tecnología ha acelerado ese cambio desintermediando y permitiendo hacer cada vez más y mejor con menos. Las pantallas y algoritmos nos acercan a lo lejano, pero nos distancian también de lo más importante y cercano.
Abogo por ser más conscientes de lo que nos diferencia como seres humanos y porque invirtamos en aquello que la tecnología difícilmente replicará algún día. Promuevo que nos entrenemos a diario en conciencia, curiosidad, empatía, escucha o inteligencia relacional.
Existen muchos espacios donde las personas podemos y debemos aportar valor humano para que otras personas nos sigan prefiriendo. Cada vez somos más conscientes de los riesgos y el impacto negativo de un uso inapropiado de la tecnología. Ser más humano implica también ganar conciencia y tener espíritu crítico para que lo digital no nos haga perder nuestra esencia.
- Cuál debe ser la actitud de las personas ante la tecnología, ¿debemos tratar de entenderla o es mejor sumergirnos directamente en ella?
Como cualquier herramienta potente, debemos entender la tecnología para usarla con responsabilidad en nuestro beneficio. Si nos centramos en la tecnología digital todas las personas debemos ser cada vez más competentes en su uso para poder aumentar nuestras capacidades, ser más eficientes, creativos y también empleables.
Nuestro entorno está en transformación acelerada por la tecnología digital desde hace ya muchos años. Nosotros no podemos seguir ese mismo ritmo, pero desde luego no debemos estar parados y a la espera si tenemos capacidad de acción. Debemos fomentar conciencia y acompañar al mayor número de personas a evolucionar, aprender constantemente y seguir aportando valor humano donde sea necesario.
- La IA nos ayuda en el día a día a ser más efectivos, ¿existe el peligro de delegarle demasiadas tareas y acabar siendo unos ignorantes?
Sin duda. La IA será cada vez más capaz en lo cognitivo y tendremos que decidir qué hacer con el tiempo y la energía que ahorramos al delegarle tareas. Por eso conviene ser también conscientes de aquello en lo que podemos y debemos mejorar. Particularmente invito a todo el mundo a hacer una indagación apreciativa de todo aquello en lo que son buenos para seguir invirtiendo en ello y poder complementar con valor humano a la tecnología.
Yo no recuerdo ya números de teléfono desde hace años, así que ocupo mi tiempo y mi memoria con tareas de mayor valor. La competencia real no es con la tecnología, es con nosotros mismos. Liberar tareas y decisiones en ella nos libera para aprender y crecer. Lo que hacemos con el tiempo que ganamos es lo que marca la diferencia.
- ¿Cuáles son los valores humanos que tenemos que poner por delante de las máquinas?
El primer valor humano que tenemos que poner por delante de las máquinas es la conciencia. Empezando por poner más en valor lo humano frente a lo artificial. Las personas somos también inteligentes emocionalmente, socialmente. Somos curiosas, intuitivas, creativas, empáticas, compasivas, etc. Existen una serie de valores y habilidades que muchas veces damos por descontadas y que son precisamente las que hacen que otras personas nos prefieran frente a lo que una pantalla les ofrece.
La propia ética y los valores que deben estar presentes al desarrollar tecnología son fundamentales para no perder nunca el control ni la responsabilidad de lo que creamos. Nunca debemos olvidar que la tecnología la crean personas para personas
- ¿Crees que la IA puede ayudarnos a ser mejores humanos?
Veo a la IA como una herramienta, pero también como un espejo y estímulo de nuestra propia capacidad. Nos libera hace tiempo de tareas repetitivas y de menor valor. Ahora nos invita a hacer cada vez mejores preguntas y eleva el punto de partida de casi cualquier tarea cognitiva. La IA nos asiste en investigación en campos como la salud o el medioambiente, potenciará la educación, nos ayudará a resolver problemas complejos en menos tiempo. También nos hace más conscientes de nuestros sesgos y limitaciones. Creo que la IA nos invita y también nos empuja a ser cada vez más capaces, a eso me refiero cuando hablo de personas aumentadas.
- ¿Qué actitud debemos adoptar las personas delante de los cambios para que sean menos traumáticos?
La mayoría de personas no suelen estar muy predispuestas al cambio. Especialmente si en él ven incertidumbre o riesgo de pérdida. El cambio existe desde siempre y es necesario para evolucionar.
Nos sería útil ser más conscientes de cuánto hemos cambiado desde que nacimos para ganar más confianza en nuestra capacidad de adaptación. Una buena actitud pasa simplemente por mostrar siempre apertura a lo nuevo y poner más foco en las oportunidades y en lo que podríamos aprender o ganar. En un mundo en cambio constante, a veces a ritmos incómodos, si no cambiamos nosotros nos pueden acabar cambiando.
- Afirmas que las personas obtendremos seguridad incrementando nuestra empleabilidad y capacidad de resolver problemas y aportar valor, ¿puedes darnos un ejemplo?
Pongo el foco en aquello por lo que las empresas nos contratan. Nuestras credenciales y experiencia hablan del pasado, pero nos fichan para el presente y el futuro. Nos contratan para resolver problemas, aportar valor, aprender y adaptarnos constantemente al cambio.
Creo también que tener siempre una actitud de profesional freelance estimula nuestra empleabilidad, aunque estemos toda la vida en la misma empresa y nos jubilemos en ella. Cuando somos más conscientes de que los trabajos terminan algún día y no siempre lo decidimos nosotros, nos mantenemos más alerta y activos. Anticipar la evolución de un sector, conectar siempre con las necesidades de la empresa y sus clientes, formarnos constantemente para ser más eficientes o invertir en ser cada vez mejores en aquello en que tenemos un talento natural son algunas recomendaciones para ser profesionales valorados.
Yo he trabajado en muy pocas empresas en mi vida pero siempre he sido consciente de que ninguna era para siempre. Tratar de dar lo mejor de ti y valer más de lo que cuestas te genera siempre oportunidades. Siempre deberíamos preguntarnos si seguimos siendo la mejor persona para el trabajo que desempeñamos. Si tenemos alguna duda, tenemos decisiones y acción pendiente, antes de que alguien lo decida por nosotros.
- ¿Qué es lo que el área de Personas de una empresa no debería delegar en IA?
Muchas tareas serán gradualmente delegadas en IA, empezando por las más repetitivas y cercanas a la gestión más transaccional de la función. Las áreas de personas podrán poner cada vez más foco en diseñar estrategias, relacionarse con el negocio y acompañar a las personas a crecer. La inteligencia emocional y relacional complementan a la artificial. El área de Personas diseñará el trabajo y tendrá más recursos para atraer y cultivar talento o estimular el aprendizaje permanente y el cambio en todos los colaboradores.
La IA podrá ayudar en casi todo, pero decisiones clave como contratar o despedir requerirán siempre en mi opinión de sensibilidad y juicio humano. La humanización de las empresas debe ser promovida desde la dirección y las áreas de Personas. La escucha empática, la inteligencia relacional, la mentorización o la promoción de una determinada cultura corporativa son ejemplos de responsabilidades, en mi opinión, poco digitalizables.
Determinar también qué decisiones con impacto en las personas se delegan en la IA es tarea exclusivamente humana. Abrazar e invertir de forma responsable en tecnología liberará a las áreas de Personas para estar más enfocadas en el negocio y sus personas e incrementar su impacto y valor.
- ¿Qué significa la IA para las empresas?
Una nueva oportunidad para cuestionarse y mejorar. Una posibilidad de aumentar sus capacidades y dotar a sus personas de herramientas que les hagan más capaces y valiosas. Yo veo siempre la tecnología como una oportunidad para combinarla con valor humano para conseguir mejores resultados.
La amenaza no es la tecnología. Competimos con otras empresas de nuestro sector y con nosotros mismos. Todo lo que nos ayude a evolucionar en este sentido será siempre bienvenido.
Joan Clotet Sulé
Joan Clotet Sulé (Barcelona, 1966) se presenta desde 2015 como Humanista digital. Tras casi 40 años de experiencia en Arthur Andersen, Grupo Zeta, Cespa, Ferrovial y desde 2020 como consultor independiente, asesora en talento digital y transformación. Asimismo, es conferenciante, facilitador, coach y mentor.
Su amplia trayectoria en consultoría, tecnología, innovación y gestión del talento le permiten acompañar a sus clientes hacia la gestión del talento del futuro con una mirada amplia y aterrizada.
