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El despunte del turismo rural

Por 1 febrero, 2022No Comments

La pandemia por la COVID-19 en la que estamos inmersos ha obligado a implantar cambios en numerosos ámbitos, como el laboral, pero también en la forma de relacionarse, de disfrutar del ocio y de viajar. Precisamente, respecto a este último punto y, a pesar de que el sector turístico está siendo uno de los más afectados por esta situación, el turismo rural ha comenzado a despuntar como una alternativa cada vez más demandada.

Las últimas cifras de turismo rural reflejan claramente este incremento. De hecho, la ocupación de este tipo de alojamientos durante el verano de 2021 duplicó la que se produjo durante 2019, llegando a alcanzar el 56,5% (medio punto más que en 2020). Pero, ¿por qué el incremento de esta demanda?

Despunte turismo ruralCaracterísticas de los viajes naturales

El turismo rural presenta una serie de ventajas que ha propiciado que sea la alternativa preferida de los viajeros. Veamos cuáles son sus principales claves.

Espacios al aire libre

Uno de los aspectos característicos de esta forma de viajar es la posibilidad de disfrutar de entornos al aire libre y de espacios abiertos. Teniendo en cuenta que el contagio de la COVID-19 es más probable en lugares cerrados y con poca ventilación, esta singularidad innata del turismo rural ha propiciado el incremento de esta clase de periplos que permiten un mayor contacto con lo natural.

Turismo responsable y consciente

El turismo que pone en valor la naturaleza suele llevar emparejado otras peculiaridades que favorecen el interés por parte de los viajeros. Es respetuoso con el entorno, defiende lo tradicional, así como los productos autóctonos y, por ende, la protección del medio ambiente. Todas estas tendencias están en sintonía con la idea de una mayor responsabilidad social y consciente, a su vez, extrapolables a estos viajes con cierto componente ecológico.

Accesibilidad y familia

Muchas de las ofertas de turismo rural incluyen estancias en donde la accesibilidad es un añadido, permitiendo que cualquier persona pueda disfrutar de un entorno privilegiado. Además, se realizan propuestas pensadas para toda la familia e incluso en las que se incluyen mascotas.

La singularidad

Otros de los atractivos del turismo rural es que se pueden vivir experiencias distintas a unas vacaciones clásicas en la playa. Existen diferentes ofertas para hacer vivir momentos únicos a los visitantes y que solo son viables en estos parajes debido a los enclaves naturales únicos en los que se encuentran. Este es un valor añadido que se tiene en cuenta a la hora de escoger un lugar que no solo ofrezca aire libre o paisajes atractivos, sino también actividades diferentes y atractivas.

Minia Del Río, fundadora de Latexos de turismo  y consultora especializada en turismo ubicada en Galicia, propone incluir las terapias naturales como una oportunidad para crear nuevas ofertas.

“Existe un segmento de mercado, en creciente demanda, que busca un bienestar más allá del cuerpo físico. Este tipo de actividades, que incluye prácticas de yoga, meditaciones, respiraciones, Chi-Kung, Shiatsu, Tai Chi, détox, alimentación consciente, biodanza, baños de bosque, arteterapia o Reiki son la base de los llamados retiros.

Se centran en trabajar partes del ser humano, que van más allá del cuerpo físico, permitiendo conectarnos con ese “yo” interior.  Esto nos permite estar en armonía con nosotros mismos, con las demás personas, con la naturaleza y con este mundo que habitamos.

Como ejemplo, puedo citar al alojamiento rural Os Lambráns en el Municipio de Padrón (A Coruña). Recientemente, ha añadido a la casa rural unas instalaciones Casa de Baños con infraestructura necesaria para realizar este tipo de terapias naturales y con zona de coworking orientado a formaciones y terapias para este perfil de profesionales”.

Excelencia en la atención

Este aspecto resulta clave en cualquier servicio y especialmente en el turismo. En el caso de los entornos rurales, donde a veces se puede tender a pensar que hay menos comodidades, cobra un valor especial. Ante la gran variedad de opciones a las que puede acceder el turista, este elemento es fundamental para sobresalir y captar mayor número de clientes. Estos cada vez tienen más en cuenta las valoraciones de otros visitantes a la hora de decantarse por uno u otro alojamiento y la atención recibida. En definitiva, se trata de una forma de fidelizar que puede ofrecer muy buenos resultados.

Hay que destacar que en el caso del turismo rural se está incrementando el alquiler de casas por familias o grupos de amigos debido a la situación pandémica. En este tipo de estancias se miran otros aspectos, como la comodidad del mobiliario, la limpieza o la ubicación.

Retos del turismo rural

Entre los retos que presenta en la actualidad el sector del turismo rural destacan los siguientes:

Transmitir confianza

A pesar de estar rodeados de naturaleza y parajes menos contaminados y más saludables, este turismo tiene que trabajar igualmente la confianza. Debe, por ello, esforzarse por seguir todas las pautas recomendadas de higiene y medidas preventivas anti-COVID.

Para Silvia Hinojosa, especializada en ecoturismo y fundadora de tubkala.com, “la confianza es fundamental para que los visitantes disfruten de la actividad en la naturaleza. Pero esta confianza debe ir más allá de las medidas anticovid (siempre presentes) durante el turismo rural. Como profesionales comprometidos con el medio ambiente, debemos mantener el lugar limpio antes, durante y después de las actividades para que las personas se sientan cómodas en el lugar en el que están, seguras frente al covid y dispuestas a volver a un entorno cada vez más natural”.

Turismo extranjero

En España este turismo es principalmente nacional, por lo que las estrategias de captación y los mensajes se focalizan en esta población. Los extranjeros suelen preferir los destinos de playa antes que los de interior. Uno de los retos del turismo rural consiste en realizar campañas para promocionar estos destinos entre los viajeros de más allá de nuestras fronteras.

Estacionalidad

 Entre los hándicaps del turismo de naturaleza sobresale su gran vínculo con la estacionalidad. Es decir, se suele dejar para los puentes, fines de semana o estancias cortas, las famosas “escapadas”.

Luis Amat, delegado en Mallorca de la Asociación Española de Directores de Hotel (AEDH), destaca que “aunque las ocupaciones han mejorado durante la pandemia, la estacionalidad marcada por una serie de factores de carácter social, cultural y natural, sigue siendo el rompecabezas del turismo rural.

La decisión de viajar de nuestros clientes está determinada por factores como: las vacaciones laborales o escolares; las condiciones climáticas u otros motivos, como pueden ser los religiosos o los comerciales.

Este fenómeno causa graves problemas como son la inestabilidad laboral, la baja rentabilidad, la masificación o las bruscas fluctuaciones en los precios”.

Amat propone atajar el problema con la mejora de las ocupaciones durante las temporadas bajas. “Deberíamos crear productos turísticos rurales a medida de grupos concretos, como, por ejemplo, los mayores o los jugadores de golf, e insistir en comercializar productos menos afectados por la temporalidad, como los culturales, salud y belleza, y reuniones”.

Colaboración público-privada

El establecimiento de sinergias y acuerdos entre lo público y lo privado es algo que ha dejado bien claro esta pandemia en una amplia variedad de sectores. En el caso del turismo rural esta colaboración también se torna fundamental, sobre todo, a la hora de facilitar accesos, rutas y caminos en los paisajes donde se ubican estos alojamientos. En este sentido, se pide a las administraciones que inviertan en acondicionar lugares de interés para atraer a más curiosos y viajeros, junto a otras medidas que ayuden a potenciar el turismo rural.

“Existe un gran desafío en este tipo de colaboración, que actualmente no está funcionando”, señala Silvia Pages, fundadora de un proyecto empresarial de ecoturismo.

“La administración local y la autonómica en la España vaciada carecen de la formación e interés adecuados para entender y facilitar el asentamiento de proyectos innovadores, lo que provoca el fracaso de un alto número de ellos. Es una gran oportunidad dotar a dichas administraciones de todos los recursos disponibles para que puedan acompañar a los emprendedores y llevar a buen puerto proyectos innovadores que, sin ninguna duda, favorecerán la disminución de la despoblación”, concluye Silvia.

El turismo itinerante y las zonas rurales

Viajar con la casa a cuestas era una actividad más que consolidada en países vecinos, pero la pandemia ha dejado un crecimiento exponencial en nuestro país, donde venía creciendo a buen ritmo desde 2016.

“Este tipo de turismo ya suponía algunas ventajas para los más aventureros (facilidad de cambiar de destino, sensación de libertad, contacto con la naturaleza, etc.) y la era post-covid ha añadido otras nuevas, como la seguridad que ofrece en cuanto a medidas sanitarias y la posibilidad de visitar destinos no masificados, aunque estos no dispongan de oferta alojativa”, explica María Victoria Ruiz-Medrano, graduada en planificación de destinos turísticos y experta en sostenibilidad y turismo itinerante.

«Muchos municipios han visto una salvación en la llegada de estos vehículos, que suelen tener un gasto importante en los destinos que visitan, pero también ha puesto de manifiesto la gran carencia de infraestructuras de nuestro país para su correcto desarrollo (con índices de densidad de áreas de servicios muy por debajo de la media europea), falta de homogeneidad legislativa en el territorio nacional y un conocimiento limitado de derechos y obligaciones por parte de población y turistas.

El turismo itinerante parece haber venido para quedarse suponiendo una gran oportunidad para el turismo rural, pero también un gran reto para los gestores territoriales, que deben hacer una apuesta decidida por esta tipología turística si quieren aprovecharla al máximo».

Calidad de los alojamientos

 José Manuel Torrijos, propietario de la casa rural El Cencerroubicada en la Comunidad de Madrid, considera que “es necesario transmitir al viajero seguridad en cuanto a la calidad, durante la reserva de un alojamiento” y cree que “en la actualidad, aunque existen numerosos alojamientos de calidad, también se han incorporado otros alojamientos, que no están debidamente acondicionados para ser de turismo rural. Estos alojamientos están en plataformas de reservas generalistas y no específicas de turismo rural, como Vibbo, Booking o Airbnb”.

Representación de turismo rural

Al igual que los hoteles y la hostelería, “el turismo rural necesita una representación que esté en contacto con medidos de comunicación explicando sus problemas y dando a conocer el sector a viajeros y turistas”, reivindica Torrijos.

Por su parte, Débora de la Esperanza, gestora de la casa rural La finca de Curro, coincide con Torrijos en que “el turismo rural necesita un mayor reconocimiento y representación, para convertirlo en un producto y servicio de valor, y promoverlo internacionalmente a través de los medios de comunicación y redes sociales, entre otras vías”. Y añade que “la pandemia debería ser una oportunidad para vender esta opción tanto a familias, grupos de amigos o eventos empresariales”.

Débora defiende la profesionalización del turismo rural, porque “algunos consideran la gestión de una casa rural como un complemento añadido a otras actividades laborales, cuando realmente lleva un gran trabajo y responsabilidad, tanto con el cliente como con las administraciones”.

IOR Consulting

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