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La formación continua, clave para la innovación empresarial

Por 1 marzo, 2023No Comments

La formación continua en las empresas es imprescindible para que los empleados actualicen sus habilidades y competencias, y así mejorar el desempeño de su trabajo.

Debido a los constantes cambios de entornos laborales y a la aparición de nuevas tecnologías, procesos y regulaciones, la formación continua capacita a los empleados para enfrentarse y adaptase a los futuros retos laborales.
Aunque a lo largo de la vida laboral los propios trabajadores deben velar por su propia actualización de conocimientos, las empresas pueden apostar por su formación con cursos, programas e incentivos para su desarrollo y capacitación.
Además, la formación continua tiene numerosos beneficios para la empresa y los trabajadores, entre los que se encuentran un aumento de la competitividad, una mayor motivación y compromiso de los trabajadores, una mejora del clima laboral, y, en consecuencia, una menor rotación del personal y reducción de costes para las compañías.

Para el formador Javier Martín, “los malos gestores son muy conscientes de lo que cuesta hacer las cosas e ignoran el coste de no hacerlas que, en muchos casos, es muy superior al de hacerlas.
Están muy preocupados por el coste de formar a un empleado y que luego se les vaya, cuando deberían estar preocupados del coste de no formar a un empleado y que luego se quede”.

Por su parte, la profesora universitaria Angélica Comesaña explica los dos momentos clave en la vida profesional.
“En el primero se adquieren los conocimientos teóricos-prácticos (formación universitaria, profesional u otra modalidad), pero no existe bagaje profesional.
En el segundo, existe una inserción y trayectoria laboral. El trabajador atesora una importante experiencia profesional, pero no actualiza sus conocimientos”.
Para Angélica, el trabajador debe “tomar conciencia de la importancia del aprendizaje y la formación continua, para mantenerse atento a las innovaciones y tendencias de su sector. Realmente es cuando su potencial productivo alcanza su máximo esplendor.
Además, las nuevas tecnologías y la formación online facilita el acceso a formaciones especializadas de calidad sin tener que renunciar a otras obligaciones”.

formación continuaPlan de formación y su importancia en las empresas

Muchas empresas cuentan con profesionales especializados en crear planes de formación para empleados. Suelen pertenecer al área de recursos humanos o contar con su propio departamento de formación.

Un plan de formación es un documento en el que se incluyen estrategias y acciones formativas, que se llevarán a cabo en una empresa, en un periodo concreto.

El objetivo de un plan de formación es desarrollar aquellas habilidades y competencias necesarias para la mejora del desempeño de los trabajadores que repercute en un aumentando la productividad y rentabilidad de la toda la organización.
La formación continua debe reflejarse en este plan de formación empresarial. Este debe contener las necesidades formativas de los trabajadores para desempeñar eficazmente sus funciones; unos objetivos concretos y medibles alineados con los objetivos de negocio; unos contenidos formativos; la modalidad en la que se impartirán: presencial u online; los recursos materiales necesarios: aulas, formadores, consultoras, materiales; por último, un método de evaluación y seguimiento de las formaciones para saber si los resultados se acercan a los objetivos del plan.

“Un plan formativo integral puede sumar a profesionales de otras áreas de la empresa o externos (invitados o referentes de prestigio). Esto evita fricciones entre  departamentos y optimiza sinergias en el desarrollo de proyectos globales. Además, ayuda a entender las funciones de otros equipos, posibilitando compartir información útil para otras áreas”, explica Alberto Ramos, digital marketing manager y profesor de marketing.

Formación continua del trabajador y de la empresa

Como decíamos con anterioridad, el trabajador debería ser el primer interesado en mantenerse actualizado en su área de especialidad.

Existen diferentes canales y formatos de formación, algunos de ellos gratuitos:

  • Redes sociales donde estén presentes personas relevantes y empresas del sector y área laboral del trabajador
  • Asistencia a webinars, conferencia y seminarios tanto offline como online. Estos permiten enfocarse en el aprendizaje de aspectos tecnológicos o procesos específicos, y son una excelente herramienta para realizar networking
  • Plataformas formativas donde adquirir cocimientos y habilidades, como Platzi, Udemy o Coursera. Esta última cuenta con numerosas certificaciones en formaciones tecnológicas impartidas por prestigiosas universidades y escuelas de negocio, como IE
  • Universidades y escuelas de negocio. En ellas existen cursos específicos de corta duración, postgrados, másters o bootcamps. Estos últimos están destinados a adquirir las competencias y conocimientos de un área en un tiempo récord. Suelen estar relacionados con temas tecnológicos, como programación, big data, usabilidad o analítica, etc.

“Antes de tomar una decisión sobre una formación es esencial conocer a qué tipo de profesionales va dirigida. Los profesionales tienen la sensación de no poder poner en práctica los aprendido tras un máster, un seminario o un postgrado”, señala Ramos. “En este caso la formación no se habrá adaptado a sus necesidades. Un ejemplo lo tenemos en los cursos de social media, que puede ser generalista o profundizar en branding, marketing digital, ventas, etc.”, concluye el docente.
Por parte de la empresa, las formaciones suelen enfocarse en aspectos técnicos, habilidades blandas (soft skills) e idiomas, aunque algunas formaciones se centran en el aprendizaje de metodologías de trabajo para innovar en la empresa. Un ejemplo son las metodologías ágiles y el design thingking.

Para Virginia Sanz, formadora en competencias digitales y TIC, “es evidente la dependencia a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación que existe en el mundo laboral. La gestión de datos, información y contenido digital, o las reuniones online son recursos cada vez más utilizados en las organizaciones. De hecho, se han convertido en imprescindibles tras la pandemia y la nueva era del teletrabajo.
Es necesario formar a los trabajadores en estas habilidades digitales, pues aumenta la productividad y la eficacia del trabajo, y mejoran el flujo de información con el equipo, clientes y proveedores.
No se limita a la adquisición de conocimiento de los recursos tecnológicos, también es importante aprender sobre ciberseguridad, legislación, protección de datos y el uso responsable de la información.
Las herramientas colaborativas son un hecho en el entorno laboral y la formación en competencias digitales debe ser una prioridad para las empresas”.

Sea cual sea la modalidad de aprendizaje: a distancia, blended o mixta, cada vez se demanda más el learning by doing. ”Lo que aprendemos hoy puede no servir mañana. Pero los alumnos que han creado con sus nuevos conocimientos o han puesto en práctica las ideas tendrán una base más sólida para aplicar nuevos aprendizajes en su día a día profesional. Haciendo se plantean dudas y obstáculos a resolver, que superados, permiten asimilar mejor el conocimiento. Con un tutor o profesor online o presencial tendremos un guía para encontrar nuestras propias soluciones”, aclara Ramos.

Beneficios de la formación continua

Los beneficios de la formación continua son numerosos.

Como destacábamos en un punto anterior del artículo, estos se reflejan en los trabajadores y en las organizaciones.
La formación continua permite a los empleados “estar actualizados en su área de especialización y adquirir habilidades.
Les permite adaptarse a los posibles cambios laborales, generados en la propia empresa; conocer novedades digitales; mejorar sus oportunidades gracias al crecimiento personal y profesional y, por último, desarrollar e impulsar su carrera profesional gracias a un mayor de conocimiento”, en palabras de Chelo Tomás, técnico de e-learning y formadora de cursos online de formación continua.

Resumimos los beneficios principales de la formación continua para empresas en el siguiente listado:

  • Impulso de la innovación. Como el conocimiento de nuevas herramientas y metodologías, los trabajadores adquieren una capacidad mayor de generar ideas y procesos nuevos
  • Mejora de la productividad. Como consecuencia también del punto anterior, al mejorar los procesos se mejora la productividad. El aumento de capacidades permitirá ser más eficaz en cada puesto y en la forma interactuar mejorando procesos
  • Mejora del posicionamiento de marca empleadora, ya que los trabajadores perciben que la empresa se interesa por su desarrollo profesional y su capacitación
  • Retención del talento. Consecuencia del punto anterior, ya que es más fácil que un trabajador valore positivamente la inversión de su empresa, siempre que se cumplan otros preceptos, como un clima laboral adecuado o un sueldo acorde al puesto y a las capacidades y habilidades del trabajador
  • Aumento de resiliencia y competitividad de la empresa, pues se adaptará más fácilmente a los cambios sociales, económicos y a la aparición de nuevos actores del sector
  • Reducción de los costos como consecuencia de la mejora de la eficiencia en los procesos 

Bonificación de la formación continua

La formación continua de los trabajadores es bonificable en España a través de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (FUNDAE).

Las empresas se pueden beneficiar de una reducción en los costes de formación a través del crédito anual de que disponen, según número de empleados y cotizaciones.

Pueden llegar a bonificar hasta el 100% de su formación. Este crédito anual no es acumulable y numerosas empresas desconocen la existencia de estas bonificaciones, por lo que no llegan a consumir sus créditos formativos.

Para hacer uso de esta bonificación, lo primero es identificar qué necesidades formativas existen y elegir el tipo de formación más adecuada a los trabajadores. Una vez decididos los contenidos, la empresa puede elegir un centro de formación acreditado.
Es importante presentar a la FUNDAE el plan de formación con el número de empleados que lo van a realizar, las formaciones y el calendario formativo. Además, la empresa deberá cerciorarse de que los trabajadores realizan los cursos en tiempo y forma para obtener la certificación pertinente.

La empresa puede solicitar la bonificación fiscal de estas formaciones a través de la FUNDAE.
“Utilizar el crédito gestionado por la FUNDAE es aprovechar una excelente oportunidad para invertir y apostar por el desarrollo y futuro de la propia empresa, cubriendo así una doble necesidad.  Para las organizaciones, favorece la consecución de sus objetivos y la adaptación a las exigencias del mercado laboral, mediante el reciclaje de las competencias de sus empleados.

Y para los trabajadores, permite la actualización de conocimientos y habilidades que favorece su empleabilidad y mejora continua”, señala Cilia Sánchez, psicóloga, experta en formación y desarrollo de competencias y habilidades para el empleo.

En resumen, la formación continua es beneficiosa para empleados y empresas. Permite mejorar las capacidades de los trabajadores. Además, la empresa puede mejorar sus procesos y su productividad gracias a una mayor la eficiencia de sus trabajadores.
Las organizaciones pueden impulsar la formación continua de sus empleados desarrollando sus propios planes formativos, atendiendo las necesidades específicas de cada trabajador y alineando los objetivos formativos con los de negocio.
Existen bonificaciones en la formación continua que pueden aprovechar las empresas a través de la FUNDAE.
Los propios trabajadores pueden actualizarse gracias a diferentes canales y modalidades  formativas y deben ser los primeros interesados.

IOR Consulting

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