Artículo del formador y conferenciante David Blanco, autor del libro «Tú eres el Gerente de Tu Vida”. El autor está especializado en Atención al Cliente y Gestión de Equipos.
Hay una pregunta que invariablemente vengo realizando desde hace muchos años en todas mis conferencias y cursos. Y da igual que el auditorio esté repleto, que haya 100, 200 personas o que sea en una sala de 7, 8, 15 o 40 personas. La pregunta es la siguiente:
¿Cuántos líderes hay en la sala?
Cuando la hago, la mayoría de las personas se quedan como con la intención de levantar el brazo y a otros ni se les pasa por la imaginación.
Esta pregunta la suelo hacer dirigiéndome a responsables y emprendedores, por tanto, líderes de sus propios negocios y sus propios emprendimientos. No deja de sorprenderme que, cuando hablamos de liderazgo, es como una palabra demasiado mayúscula, demasiado grande como para intuir o asumir que ese propio liderazgo nos pertenece a nosotros.
En mi libro “Tú eres el gerente de tu vida” he querido plasmar que no solo se trata de liderar nuestros propios equipos comerciales o de atención al cliente, sino que también es importante dirigir nuestra visión hacia nuestro propio liderazgo personal, porque para liderar a otras personas primero es fundamental liderarnos a nosotros mismos.
Dicha tarea es necesaria para encontrar y hallar un equilibrio emocional que nos permita sacar a la luz nuestra mejor versión e impactar positivamente en la vida de las PERSONAS que LIDERAMOS.
Hoy quiero compartir contigo 6 CLAVES extraídas de mi propia experiencia, tras cerca de 20 años ayudando a desarrollar el TALENTO de las PERSONAS y mi trabajo en una multinacional española de telecomunicaciones (TELCO).
Este método es una brújula para gestionar nuestras emociones, liderar nuestra propia vida y por ende liderar a otras personas con eficacia. Para tal fin he utilizado el acróstico REGALO.
- Reconoce tus emociones
Reconoce y Regula tus emociones En primer lugar es fundamental saber cuáles son aquellas emociones que te limitan y con las que tropiezas constantemente. Es evidente que si las conoces y no las gestionas adecuadamente, siempre van a convivir conmigo, porque las situaciones se van a repetir, porque en cierto modo los seres humanos somos creadores de hábitos y de automatismos, nuestro cerebro es experto en crear automatismos, ¿para qué? Para ahorrar energía.
En el libro, a través de un ejercicio de programación neurolingüística, conseguirás disociarte de esa emoción limitante e interiorizarás una experimentación emocional más consciente.
2. Encuentra los mejores pensamientos para ti
Si quieres gestionar equipos eficazmente y tener un equilibrio tanto emocional como personal, es importante encontrar los mejores pensamientos y las mejores palabras para ti.
Esto comienza desde muy temprano, desde que te levantas por la mañana, es muy fácil contaminarse emocionalmente con expresiones negativas que de manera no consciente invaden nuestra mente.
El gran conferencista Miguel Ángel Cornejo decía: “Yo no elijo cómo me siento, pero sí puedo gestionar cómo me siento”
Por tanto, no puedes elegir esos pensamientos que te abordan pero sí puedes gestionarlos eficazmente gracias a estrategias orientadas a la “toma de conciencia”. En mi manual uso la dinámica de “la Ducha Emocional”.
3. Gánate tu confianza
El conocerte a ti mismo es fundamental, ya lo decía Sócrates, uno de los anhelos del ser humano desde que tenemos consciencia de nuestra propia existencia, es saber quiénes somos y saber cómo pensamos y saber que nos sucede por dentro. Ese autoconocimiento va de la mano de la autoconfianza.
En este sentido suelo utilizar una dinámica muy práctica que he bautizado como “Mi Árbol y Yo”en honor al cantante Alberto Cortés y su canción de igual título. Ese árbol, en definitiva, representa nuestra trayectoria vital, es un ejercicio gráfico con el que creas una foto, una imagen de tu vida hasta el momento presente, es un ejercicio visual con el que identificamos todos nuestros logros, cuáles son nuestras fortalezas y qué apoyos hemos tenido en nuestra vida.
He tenido la suerte de proponer este ejercicio en mis formaciones durante muchos años y he presenciado cómo algunas personas se emocionan por el simple hecho de pararse a pensar cuáles son sus virtudes personales, qué logros han conseguido en su vida y con qué apoyos han contado.
Es el maravilloso “Impacto de lo Evidente” y aprender a cultivar una “mirada positiva” sobre nosotros mismos.
¿Cómo puede liderar un equipo un líder si no tiene confianza en sí mismo? Es un contrasentido.
4. Automotívate
Seguramente, igual que yo, habrás leído que “lo que un líder tiene que hacer como mínimo es no desmotivar”, pero a mí eso me parece muy poco ambicioso.
En base a mi experiencia los retos de un líder son tres:
- Formar
- Motivar
- Delegar
Este proceso es cíclico, hay ocasiones en las que necesitamos formar a nuestro equipo, dicha formación también incluye el desarrollo de nuevos líderes.
En otras ocasiones el termómetro motivacional de nuestro equipo desciende, por tanto, es clave automotivarnos, el primer motivado del Equipo hemos de ser nosotros.
El conferencista Mario Alonso Puig, también cirujano del aparato digestivo dice una frase con la que estoy totalmente de acuerdo: “El liderazgo es visual, porque lo que mueve a los demás es el ejemplo”
Por tanto, un líder desmotivado difícilmente puede conseguir un equipo motivado. Se puede dar, pero si sucede es porque realmente dentro del equipo hay un liderazgo emergente y personas con una capacidad de automotivación importante, pero esto no siempre se da.
Dentro del libro comparto algunas herramientas sencillas para automotivarnos como, por ejemplo, planificar momentos felices en nuestra semana, utilizar la música como estrategia para elevar nuestra serotonina (la hormona de la felicidad).
5. Lidera Tu Vida
En cierto modo en este punto aglutinamos todas las CLAVES anteriores. Una persona con equilibrio, con una sana autoestima y con confianza tiene la virtud de levantarse cada mañana encontrando el lado positivo de las cosas y llegando a su oficina con una cara sonriente. Si te identificas con este perfil, eres una persona que tiene la capacidad para ilusionar e impactar positivamente en la vida de muchas personas, recuerda que el Liderazgo es Visual.
6. Ofrece reconocimiento
Hace poco descubrí que la palabra RECONOCER se lee igual, tanto de derecha a izquierda, como de izquierda a derecha. Haz la prueba. Quizá esta sea una señal evidente de su importancia.
El reconocimiento es la capacidad de hacer VISIBLE la EXCELENCIA.
Hay una frase me gusta mucho: “La excelencia no puede permanecer invisible”.
Por tanto, tu labor como líder es identificar y tener una mirada positiva, alejándonos de la común práctica de censurar todo aquello que está mal. Empezar a tener una mirada positiva es focalizarnos en las VIRTUDES de tu equipo, en las fortalezas de LAS PERSONAS que colaboran contigo.
Mi experiencia me dice, que cuando trabajamos con las fortalezas de las personas y las utilizamos en BENEFICIO de TODOS, se convierten en un excelente vehículo para mejorar los puntos débiles de las personas.
Todos los seres humanos tenemos algo diferente, algo distinto, algo significativo en lo que brillamos, en lo que destacamos, se trata de dirigir nuestra mirada para encontrarlo, en el libro hago una diferenciación entre RECONOCIMIENTO y HALAGO, porque en muchas ocasiones se confunden ambos términos.
El Halago debilita, el Reconocimiento fortalece. El Halago es un reconocimiento interesado, el Reconocimiento, sin embargo, es sincero y significativo.
Querido amigo, como Líder tienes una importante responsabilidad, trabajas cada día con personas y si quieres elevar tu Organización a otro nivel necesariamente, como decía el gran Stephen Covey:
“Es imposible que las Organizaciones mejoren si no mejoran sus personas”