El mundo laboral está cambiando vertiginosamente. Cada vez se requieren habilidades más relacionadas con el desarrollo de la personalidad que con nuestros conocimientos. Son las llamadas soft skills, imprescindibles para el entorno laboral que viene de la mano de la 4ª revolución industrial.
Hoy en día, las compañías invierten gran parte de sus esfuerzos en atraer y retener al mejor talento. “Existe un consenso generalizado en que el talento no es igual a títulos académicos. Cada vez más, se demandan habilidades interpersonales clave (creatividad, resiliencia, persuasión, etc.), que son las que conducen al éxito, máxime en un entorno VUCA –volátil, incierto, complejo y ambiguo– como el actual”, comenta Sandra Garcinuño, coach especializada en soft skills.
“Las soft skills o habilidades blandas son aquellas capacidades que se generan en la parte emocional del cerebro. Entre otras funciones, buscan continuamente la gestión de dichas emociones. Tanto a nivel interior (gestión de mí mismo) como exterior (gestión de las relaciones). Las personas, que hacen uso de estas habilidades, producen un alto rendimiento de sus capacidades emocionales y relacionales, y persiguen continuamente manifestar su mejor versión, tanto profesional como personalmente. Están además conectadas con la idea de responsabilidad, es decir, la capacidad de dar respuesta: ofrecer las más adecuadas a diversas situaciones que se presentan en el día a día”, afirma el coach en soft skills Diego Scotta.
Las soft skills se caracterizan por su transversalidad, mientras que las hard skills se relacionan con conocimientos técnicos, cuyas funciones se encuentran en las áreas intelectual y motriz de nuestro cerebro. “Las soft skills se orientan a conocimientos y saberes relacionales: la creación de condiciones idóneas para obtener el máximo rendimiento propio y de los demás”, añade Diego.
Las soft skills no son siempre habilidades con las que nacen las persona, pero pueden desarrollarse y potenciarse. Así lo confirma Marina Moreno, psicóloga experta en procesos de transformación organizacional e individual, facilitadora de innovación y del cambio.
“En plena era digital y con el cambio, como adn de cada proyecto empresarial, se necesita talento y capacidad de adaptarse a lo nuevo. En entornos multidisciplinares, el peor enemigo de la innovación y el cambio es la rigidez. De ahí la alta demanda de individuos con mindset agile. No es una metodología, es una actitud que se desarrolla y que, hoy en día, es prioritaria en cualquier proceso de transformación.
“Uno de los mayores sufrimientos para emprendedores que asesoro es el fracaso, que viene por la incapacidad de poder adaptarse a lo que no estaba planificado. La tolerancia a la frustración y la empatía juegan un papel esencial. Es importante no solo pensar out of the box, sino entrenar cómo gestionar las emociones cuando salimos de dicha famosa caja”.
En un momento en el que las hard skills se quedan obsoletas rápidamente por los cambios e innovaciones tecnológicas, son las soft skills hacen destacar a un trabajador. Estas permiten que se adapte a las nuevas realidades, que aprenda los nuevos conocimientos necesarios y, en definitiva, que sepa mantenerse como un activo valioso durante toda su carrera.
Un perfil profesional que las domine podrá desarrollar una carrera con éxito en cualquier ámbito.
Las soft skills más demandadas
Liderazgo
El liderazgo es hoy en día una de las soft skills más demandas por las organizaciones a sus directivos o mandos intermedios.
La capacidad de influir y motivar a los equipos de trabajo tiene un alto valor para cualquier gestor de personas, abandonando el paradigma del jefe que manda y ordena. Aitor Javier González, director de Teambuilders, empresa especializada en el desarrollo de un liderazgo consciente y de desarrollar equipos de alto rendimiento en organizaciones, propone el liderazgo como “una manera diferente de conseguir los objetivos de la organización a través de la confianza, la cooperación, la inteligencia colectiva y la comunicación efectiva.
Un líder debe de estar al servicio de sus subordinados y no al revés, siendo conocedor de cómo y cuándo utilizar los diferentes estilos de liderazgo (afiliativo, democrático, autoritario, timonel, coach…). La función de un líder transformador es desarrollar líderes en sus equipos, fomentar la responsabilidad personal y preparar la estrategia para anticiparse a los cambios en un entorno VUCA, abandonando definitivamente el control excesivo en el proceso.”
Creatividad
La creatividad es clave para marcar la diferencia. Cuando hay un problema en la empresa o cuando se busca innovar, son los perfiles creativos los que consiguen aportar ese toque diferenciador que puede sacar a flote la compañía. En un momento en el que las tareas repetitivas son realizadas por máquinas, las creativas se convierten en un refugio seguro para el ser humano.
Inteligencia emocional
La inteligencia emocional es la habilidad para percibir de forma precisa las emociones propias y las de los demás, de entender las señales que las emociones emiten sobre las relaciones, y de gestionar las emociones propias y de quienes nos rodean.
“El verdadero éxito en la vida no está ligado exclusivamente a un alto coeficiente intelectual, sino a otra serie de habilidades que tienen más que ver con la inteligencia emocional. La gestión adecuada de nuestras emociones desde niños nos ayudará a tomar mejores decisiones, gestionar nuestros conflictos, ser más creativos e innovadores, ponernos en el lugar del otro, mantener relaciones más enriquecedoras y, en definitiva, ser más felices.
“Gracias a estudios de investigación recientes sabemos que un directivo, con altos niveles de inteligencia emocional, repercute positivamente en la satisfacción laboral de sus colaboradores, compromiso organizacional y servicio al cliente”, recalca Silvia Escribano, socia directora de Isavia. Silvia ejerce como leader coach, speaker e impulsora del bienestar organizacional y la resiliencia.
Para desarrollar una inteligencia emocional fuerte debemos potenciar lo que Ainhoa Gómez, experta en desarrollo de RRHH, personas y empresas, denomina nuestro Auto interior: “Auto-conocimiento, compasión, comunicación, liderazgo… hay que empezar desde el yo, desde la relación intra personal, explorarnos, descubrirnos, cuestionarnos, ser conscientes de quiénes somos, de nuestras fortalezas y áreas de mejora. Solo así, tendremos la honestidad y coherencia suficientes para relacionarnos con los demás de forma sana y constructiva. No es un trabajo fácil ni rápido, de hecho, este proceso está siempre en movimiento, ya que somos seres evolutivos”.
«Es imprescindible el conocimiento de uno mismo y de las fuerzas que a uno le hacen tomar decisiones. La neurociencia está avanzando a pasos agigantados y la inteligencia emocional está empezando a ser un elemento clave. Decidimos desde la emoción y justificamos con la razón. Las emociones basadas en experiencias condicionan lo que hacemos y cómo nos relacionamos. Ese es el motivo por el que hay equipos que funcionan bien y otros no consiguen avanzar. Normalmente, no es por la parte técnica, sino por la humana. Y la parte humana está hecha del modo en el que uno ve el mundo, lo que le duele, lo que le alivia. Conocer eso es inteligencia emocional”, concluye Isaya Carmen Chacón, coach individual experta en desarrollo de habilidades de personas y equipos.
Gestión del conflicto
En cualquier compañía abundan los conflictos. Según los últimos informes al respecto, de media se dedican tres horas semanales para resolverlos. Una persona que sepa gestionar y solucionar este tipo de problemática será un valor al alza. Logrará trabajar en un equipo más cohesionado y se perderá menos tiempo por este tipo de situaciones.
Pensamiento crítico
De nuevo, para hacer una tarea repetitiva sin más ya tenemos a la IA y los robots. Las empresas ahora quieren a empleados que se planteen críticamente lo que están haciendo. Que analicen los procedimientos habituales, los mejoren y que tengan opinión sobre lo que ocurre en su puesto de trabajo. Ser crítico con el propio trabajo y de los demás de forma constructiva es otra de las maneras de conseguir marcar la diferencia.
Trabajo en equipo
Saber trabajar en equipo es una habilidad fundamental para cualquier trabajo. Una persona que no sepa anteponer las necesidades del equipo por encima de las propias no será bienvenida en las empresas del futuro, por muy buenas que sean sus hard skills. Se requiere personas que sepan trabajar con empleados muy diferentes, muchas veces en equipos de trabajo deslocalizados en diferentes países, con una cultura de trabajo distinta. En un momento en el que los Recursos Humanos tienen muy en cuenta las características y necesidades de cada empleado, es fundamental que también el empleado sea consciente que cada persona es de una forma pero que todos mantienen el mismo objetivo.
Gestión del tiempo
Gestionar tu propio tiempo es una de las habilidades más complicadas de conseguir. Para ser realmente resolutivos hay que tener en cuenta las tareas que hay pendientes y ser capaces de adaptarlas al tiempo de trabajo que tenemos en cada momento. No llegar a tiempo supone cargas de estrés y otros problemas que crean infelicidad y que se trasmiten a todo el equipo de trabajo. Sin embargo, una persona que sabe ubicar sus funciones en el tiempo que tiene disponible inspira y consigue los mejores resultados posibles.
Adaptabilidad
La adaptabilidad es la habilidad de entender el entorno y ser capaz de asumir rápidamente los cambios. Las circunstancias en las que tendremos que trabajar van a ir mutando rápidamente debido a los cambios tecnológicos, decisiones estratégicas de la compañía y demás imprevistos que pueden ir surgiendo. La capacidad de entender estos cambios y ser maleable a los mismos es una habilidad muy importante para los tiempos que vienen. Los cambios deben ser vistos como una oportunidad para seguir creciendo, no como una amenaza que viene a destruir todo lo que tenemos. Si sabes adaptarte, habrás logrado lo más importante para los nuevos entornos laborales.
Habilidades de comunicación
Los verdaderos líderes saben comunicar correctamente lo que quieren. Contar con excelentes habilidades de comunicación es otra característica que destaca a los mejores profesionales de cada sector. Personas que saben trabajar su propia marca personal y la de su equipo y con las que sabes que no se van a producir ningún tipo de malentendido. Por supuesto, no estamos hablando únicamente de la comunicación verbal, sino que tener una comunicación escrita correcta, tanto en el idioma propio como en los otros idiomas de trabajo, es también fundamental para ser vistos como un profesional irremplazable.
Asertividad
Entre las habilidades de comunicación, hacemos hincapié en la asertividad como base de las demás para el líder actual. Nos referimos a una comunicación basada en la defensa de nuestros derechos, el de los que interactúan con nosotros y la posibilidad de expresar lo que sentimos o pensamos, evitando caer en la agresividad o en la pasividad o el bloqueo. La clave es el equilibrio del respeto en las dos direcciones. Eva María Arrabal, coach personal y ejecutivo, experta en habilidades para el éxito, especializada en timidez y ventas, se refiere a dos pilares fundamentales para lograr una asertividad de calidad: “el primero es la escucha activa o habilidad de hacer sentir a las personas que tenemos todo el foco de atención en ellas cuando nos comunican algo, y el segundo, la empatía”.
Capacidad narrativa o storytelling
Dentro de las habilidades de comunicación hay que señalar la importancia que está tomando el llamado storytelling o capacidad narrativa. Llamamos de esta forma a la capacidad de contar historias para mantener la atención del interlocutor, ya sea ante un inversor, en una presentación o en departamentos como marketing o ventas. Si realmente tenemos buenas habilidades de comunicación, no solo sabemos escribir y comunicar correctamente, sino que también habremos aprendido a mantener el interés de cualquier audiencia frente a la que nos encontremos.
Empatía y servicio al cliente
Se valora especialmente aquellos profesionales que son capaces de ponerse en el lugar de los clientes y sean capaces de ofrecerles soluciones satisfactorias y en línea con la compañía. La capacidad de empatizar con las personas en torno a la organización (clientes, compañeros, proveedores, socios, stakeholders…), y ser capaces de comprender las necesidades o intereses (en ocasiones muy ocultos) es una habilidad fundamental.
Para Sergio NúñeZ, formador en soft skills y profesor de comunicación eficaz en el Máster Universitario de Preparación Física en Fútbol, el desarrollo de tu empatía y un servicio al cliente excelente son claves en los resultados y desarrollo de tu organización. “Quítate tus zapatos, ponte en los de tu cliente, adapta al máximo tu producto o servicio dentro de tus posibilidades y genera una experiencia emocional lo más positiva posible. De este modo, lo más habitual es que te vuelvan a comprar… ¡y te recomienden! Además, estas habilidades también puedes aplicarlas con el resto de personas en torno a tu trabajo, como por ejemplo, adaptando tus virtudes a las necesidades de tus compañeros desde tu integridad”.
¿Profesionales mundialmente reconocidos que nos hablan sobre la empatía? Sergio nos muestra algunos ejemplos:
El Real Madrid despidió a Rafa Benítez en 2016 y el club conquistó 3 Champions League seguidas con Zidane. En palabras de su líder Cristiano Ronaldo “con Zidane hay más empatía que con Rafa Benítez”. ¿Casualidad o causalidad?
Patrick Awuah tras ser premiado como mejor profesor del mundo en 2017 (premio WISE 2017 a la Educación) y enfatiza en que «antes que una ingeniería, hay que aprender sobre empatía«.
Fuentes: ElEconomista.es | Observatorio RH | RRHH Digital | IMF