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Claves para comprender la Programación Neurolingüística

Por 23 noviembre, 2021No Comments

La Programación Neurolingüística (PNL) es un modelo que explica el comportamiento humano.

Se basa en el uso de patrones y procedimientos de comunicación.

Parte de la idea de que, si conocemos las estrategias que usan las personas exitosas de forma consciente, podremos aprender a utilizarlas para gestionar de forma exitosa nuestro comportamiento. A los patrones exitosos se les denominan modeladores de comportamiento.

Alain Manzano, facilitador en PNL, define la programación neurolingúística como “el estudio de modelos de excelencia en el comportamiento humano. Se trata de modelar patrones de conductas extraordinarias para que puedan ser replicadas y facilitar más recursos en el desempeño humano. No es solo una caja de herramientas, ya que esta visión es miope, reduccionista y vacía de contenido o de fundamento teórico.

La PNL se la puede definir también como un proceso de aprendizaje en el arte de la excelencia humana, pues su objetivo fundamental es facilitar a las personas una guía útil de estrategias para poder salir de situaciones problemáticas.

En definitiva, nos permite conocer cómo creamos nuestros pensamientos a través del lenguaje, la memoria, la percepción y el cuerpo (estructuras internas de la experiencia subjetiva), enseñándonos a cómo poder pensar y actuar de una forma más eficaz”.

Noelia Rodríguez Laplana, CEO de APR Coaching & Consulting, define la PNL como “una metodología que puede ayudar a cambiar patrones lingüísticos: qué decimos, cómo lo decimos y para qué lo decimos a los demás y a nosotros mismos y, como consecuencia, pueden acontecer cambios de conducta.

La palabra es el espejo de la acción, somos poco conscientes del poder que tienen las palabras”.

Encarna López, coach transformacional y docente, destaca la importancia de la PNL para el crecimiento personal. Para ello, hace alusión a la definición de dos pioneros en la materia. John Grinder afirmaba: “La PNL es la ejemplificación de la excelencia” y Richard Bandler: “La PNL es la educación del cerebro”.

Cita, siguiendo a los autores: “La  excelencia aparece cuando somos capaces de entrenar nuestra mente para ampliar la percepción de nuestra realidad y modificarla” y “educar el cerebro implica comprender  su estructura y  funcionamiento, dotándolo de flexibilidad cognitiva, desde el aprendizaje experiencial hacia el constructivismo, con resiliencia  y optimismo.”

Esta metodología nos enseña un camino más eficaz  en la consecución de nuestros objetivos, que nos reportará bienestar, seguridad y capacidad. Así, la programación neurolingüística es una herramienta indispensable en el crecimiento personal y el desarrollo humano destacando el empoderamiento que se percibe en el logro de las metas”, afirma Encarna.

Sara Camacho, coach de empresa, ejecutivo y personal, Practitioner en PNL, define la PNL como “un conjunto de técnicas dirigidas a posibilitar el cambio personal profundo. Para ello se trabaja un 10% la mente consciente y un 90% la inconsciente”.

Para Mario Ordóñez, formador, mentor y coach de PNL, la PNL “no es un conjunto de técnicas, sino de distinciones en el proceso de aprender cómo piensas, te comunicas, sientes y actúas, para poder influir en uno mismo y en los demás.

Lo  importante de que sea un proceso es que, con mucha repetición, comienzas a adquirir habilidades, que te permiten tratar a cada ser humano de la mejor manera posible respetando así su configuración única y personal.

La comprensión mental es el primer paso, el verdadero reto es que pase por el corazón y se filtre, formando así parte de ti. Esto te hace ser congruente, sin necesidad de trucos.  La mayoría de cursos de PNL ofrecen técnicas  generalistas por pasos perdiendo dos elementos esenciales: adaptarte a la configuración única de la persona y la comprensión, pues no te explican el porqué del orden de los pasos o cuáles omitir.

Es más fácil enseñar una técnica que ayudarte a desarrollar una habilidad. Para fortalecer el mapa interior completo de una persona es necesario entrenar a nuestro cerebro a pensar y sentir de un modo diferente y hasta hacer de esto un hobby”.

Una forma de ampliar nuestro conocimiento sobre PNL es explicar algunos conceptos y técnicas más conocidos.

programación neurolingüísticaPresuposiones básicas de la PNL

 Estas presuposiciones son creencias o principios básicos que ayudan a las personas a utilizar mejor sus recursos y lograr resultados. Salva Contreras, psicóloga, coach y facilitadora, lista estas presuposiciones:

  1. El mapa no es el territorio. La forma de ver el mundo es subjetiva
  2. El fracaso no existe, solo los resultados. El fracaso forma parte del aprendizaje
  3. Todo comportamiento tiene una intención positiva para quien lo realiza
  4. Si algo no funciona, cámbialo
  5. Todos tenemos los recursos que necesitamos o podemos crearlos a través de la intención
  6. No es posible no comunicar. Hablamos con todo nuestro cuerpo
  7. Si alguien puede, yo puedo
  8. Mente y cuerpo son un mismo sistema. Ambos interactúan y se influencian
  9. Toda acción tiene un sentido. Puede ser consciente o inconsciente
  10. La responsabilidad de la comunicación reside en quien comunica

Mapa interior completo

La PNL se basa en la idea de que cuanto más completo sea el mapa interior de una persona, más opciones de éxito tendrá. Esto es así porque ofrecerá más posibilidades y alternativas a la hora de enfrentarse a una situación compleja.

La estructuración de los mapas está vinculada a lo que cada individuo ha vivido desde su infancia y constituye, por tanto, esa serie de experiencias que le ha ido formando como persona.

Referencias internas y externas

Las referencias son los patrones por los que nos dejamos guiar ante determinadas circunstancias. Se rigen por lo que tenemos guardado en nuestra mente. Son patrones inconscientes, además de sistemáticos. Acudimos a ellas en un primer momento ante una circunstancia concreta.

Conocer tanto las referencias propias como las de los demás constituye una forma excelente de autocontrolarse y  predecir comportamientos siendo, por tanto, más persuasivos e influyentes, además de empáticos y comprensivos. Con ellas, entendemos qué valores y criterios rigen nuestras conductas. De esta forma, conseguiremos llegar antes a la solución de un problema.

Conviene indicar que existen dos tipos de referencias: internas y externas. Las internas implican las propias sensaciones, esto es la perspectiva personal que se tiene de las cosas. Parten del propio punto de vista y de los criterios únicos de cada individuo a la hora de decantarse por una u otra decisión.

Por otro lado, quienes usan las referencias externas se dejan influenciar más por lo que opinan otros. Necesitan la aprobación del resto y, antes de decidirse, valoran qué es lo que piensan en su entorno. Son personas más fáciles de persuadir.

Fisiología

La la fisiología es una herramienta útil para influir en el estado emocional. Conocer el cuerpo es una de las claves para saber qué nos sucede y qué medidas podemos adoptar para tornar la realidad que nos rodea.

Hay que analizar cómo es la respiración, la frecuencia cardíaca, las posturas… Todos estos factores nos avisan de la manera en que hacemos frente a determinadas circunstancias de la vida y aportan mucha información que puede usarse positivamente.

Al analizar cada uno de estos aspectos y modificarlos de forma consciente, podemos influir en el comportamiento y en lo que vamos a transmitir al exterior.

Los sistemas representacionales

 Son las palabras que usamos y están relacionadas con cómo percibimos el mundo a través de nuestros sentidos: la vista, el oído y el tacto (kinestésico).

“Si prestamos atención a nuestras palabras, podemos darnos cuenta de que muchas de ellas están relacionadas con estos sentidos”, explica la educadora social Iris Liébana.

«Cada persona tiene un sistema predilecto (visual, auditivo, kinestesico). Si escuchas con atención puedes descubrir cuál es el tuyo y el de la persona con la que hablas. Una vez que detectes cuál es el de la otra persona, utilízalo, así tus mensajes le llegarán mejor y ella se sentirá más comprendida.

Por otro lado, también podemos detectar qué palabras activan las emociones de las personas con las que nos relacionamos y poner atención en utilizarlas creando estados de ánimo que favorecen la comunicación y el contacto”.

El orientador académico y laboral, Jon Granadero, describe los sitemas representativos como “la forma en la que recogemos, almacenamos y codificamos la información”. Las personas tenemos un sistema representativo preferente:

  • Sistema visual: corresponde a las personas con capacidad para recordar imágenes, crear otras nuevas, transformar las ya vistas y visualizar las presentes
  • Sistema cinestésico: corresponde a las personas con habilidad en el sentido del tacto y con facilidad para captar emociones
  • Sistema auditivo: corresponde a las personas con capacidad para recordar palabras y sonidos, y formar otros nuevos

En PNL, los predicados son aquellos elementos del lenguaje mediante los cuáles se manifiesta el sistema representacional preferente de cada ser humano. Algunos ejemplos serían: “no lo veo claro” (visual), “me da mala espina” (cinestésico) o eso me suela (Auditivo).

Anclaje

“Un ancla es una asociación entre un estímulo externo  y un estado interno intenso. Un ejemplo podría ser el caso de la experiencia de Pavlov: siendo el estado interno del perro el hambre y el estímulo externo el sonido de la campana.

Las anclas tienen relación con nuestros sistemas representativos, con nuestros recuerdos y nuestras creencias”, detalla Jon Granadero, quien describe los tres tipos de anclas a través de ejemplos:

  • Cuando conducimos deprisa y vemos un coche aparcado en el arcén, nos pone en alerta al pensar que puede haber un radar… y esto provocará que frenemos sin darnos cuenta
  • Una canción que te recuerda aquel viaje de verano lleno de aventuras y que te provoca un estado de euforia al volverla a escuchar
  • El olor a esa comida que no te gusta y que solo de olerla hace que se te revuelva el estómago

Este es un método con el que se busca desviar las sensaciones de malestar que nos invaden a lo largo del día o aquellos pensamientos recurrentes, que nos duelen internamente o nos provocan estrés.

Para ello, primero es necesario recurrir a una sensación positiva que queremos que sustituya a la que nos genera incomodidad. A continuación se ancla al cuerpo a través de un gesto concreto como puede ser tocarse una parte concreta, como la nariz o el codo. El ejercicio ha de repetirse varias veces para que el anclaje se asocie siempre a ese momento agradable. Una vez se interiorizado, cada vez que nos encontremos ante unos de esas situaciones que nos tensionan,  recuriremos  al ancla para activar la emoción positiva trabajada. Básicamente se trata de vincular un estímulo a un estado emocional. Si se repite ese estímulo se pondrá en marcha ese estado al que se le ha asociado.

Técnica del chocolate Govida

Esta técnica se aplica para reducir el estrés y aumentar nuestra motivación. Fue desarrollada por Richard Bandler y se basa en trasladar los sentimientos de pasión y entusiamo de una actividad que nos encanta hacer hacia actividades que nos nos gustan.

Sara Camacho explica detalladamente cómo llevar a cabo esta técnica:

“Se sienta uno cómodamente. Se cierran los ojos y se realizan dos respiraciones. Seguidamente, se accede a un recuerdo de algo que nos guste hacer. Debemos vernos y sentirnos en primera persona (estado asociado).

Utilizando submodalidades (visual, auditivo y kinestésico) el profesional ancla ese estado.

Tras la visualización, pasamos al estado interruptor pensando en un número concreto o deletreamos, por ejemplo, el alfabeto al revés. A continuación, volvemos a visualizar una situación que no nos gusta. En esta ocasión, debemos disociarnos, como si de una fotografía se tratase, y volvemos a realizar un nuevo anclaje en otro lugar distinto.

Ahora, se trata de trae la primera imagen de lo que te gustaba, se mantiene y disparas el anclaje. Seguidamente, disuelves la imagen y traes lo que no te gusta hacer, disparas el anclaje, manteniéndolo. Es el momento de traer los dos anclajes simultáneamente. Experimenta los cambios que se producen en ti.

Con esta técnica se produce una confusión útil en la que la persona vuelca la energía de lo que más le gusta a una situación que no le gusta”.

Operadores modales: necesidad o posibilidad

Los individuos se mueven por operadores modales de necesidad o de posibilidad. Los primeros, se refieren a pensamientos en los que la obligación es la idea preponderante porque consideran que hay una necesidad y actúan centrándose en ella. Suponen órdenes internas que están estructuradas en base a algo que “se debe hacer” porque hay una obligación detrás, y se expresan con “tengo”, “debo”…

Por otro lado, los que se dirigen por la posibilidad resultan más flexibles. De hecho, la obligación no es tan importante y se suelen dejar llevar por lo que desean. Se trata de personalidades más atrevidas que investigan varias alternativas y no tienen miedo a intentarlo con otras opciones.

IOR Consulting

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